viernes, 3 de abril de 2015

Introducción al folleto de la ICP
A principio del año 1995, un suceso extraordinario cambió mi vida. Pasé de ser un ambicioso profesional de negocios de 43 años de edad a ser una persona más preocupada por la felicidad y la convivencia pacífica de la “humanidad”.
Hace 20 años un inesperado deseo de leer la Biblia y otros libros sagrados se apoderó de mí. De manera casi obsesiva empecé a leer, en libros diferentes al Nuevo Testamento, todo lo que tratara de la vida y obra de Jesucristo. Poseo una numerosa bibliografía sobre el tema. Gravé en Betamax y en VHS cuanto documental de televisión cuestionara o afirmara lo que se decía de Jesucristo.
Sin ser escritor de profesión, diez años después, había logrado escribir la biografía completa de Jesucristo, incluyendo la vida que fue ocultada de los 12 a los 30 años de edad. Descubrí que la verdadera vida humana de Jesucristo era más interesante e inspiradora, muy diferente a lo que aprendí en dos años de estudios en un seminario católico.
En el año 2005, mis hijos eran pequeños; y para evitar que fueran acosados por lo escrito por su padre decidí aplazar la publicación de la biografía de Jesucristo, y la archivé.
Más que compartir una exhaustiva investigación histórica de la vida y obra de Jesucristo, a partir del año 2006 se intensificó en mí el deseo de investigar el fenómeno de la violencia y la guerra. Encontré explicaciones económicas, filosóficas, teológicas, políticas y hasta científicas del “humano” entre la paz y la guerra. Como resultado de dicha investigación escribí una Obra Literaria Humanista Pacifista de 5 tomos.
Las explicaciones teológicas encontradas me incitaron, en el año 2010, a retomar la biografía de Jesucristo, casi terminada. Fueron necesarios tres años más para tenerla lista en el año 2013.
Emocionado porque el nuevo Papa, elegido el 13 de marzo de 2013, es de lengua castellana, decidí extractar lo más relevante, configurando un pequeño libro de 432 páginas titulado VIDA OCULTA DE JESUCRISTO-CRISTIANISMO PRIMIGENIO. Tan pronto recibí la primera edición impresa, empaqué un ejemplar y lo envié por DEPRISA de Avianca, quien confirmó que el Vaticano lo recibió el 8 de octubre de 2013 a las 8:24 am, hora de Roma. Hasta la fecha, 3 de abril de 2015, el Papa Francisco guarda silencio sobre mi investigación que cuestiona la doctrina católica, apostólica y romana. El libro contiene dicha carta para que el lector opine si vale la pena ser respondida.
El 27 de marzo de 2015 envié un correo electrónico a 44 emails del Vaticano, con texto dirigido al Papa solicitando respuesta respecto al contenido del libro y de mi carta.
Con el deseo de que también sea leído en el ámbito mundial lo subí a la plataforma on line del sitio web Amazon.com.
Envié más de dos mil correos electrónicos a pastores, ministros y sacerdotes de organizaciones religiosas, a profesores y decanos de facultades de teología en el mundo, y después de 18 meses, nadie se atreve a tomar la vocería para solicitar la realización de un concilio ecuménico para rescatar la verdadera vida humana de Jesucristo, expuesta en dicho libro. Tengo plena confianza que con su lectura el mundo será más cristiano y fortalecerá la fe en Dios.
Tal vez por la contundencia de los argumentos y la manera amorosa y respetuosa como sostengo que el Cristianismo sin resurrección sí es posible, nadie me ha escrito manifestando estar ofendido por mis creencias. Muchos han preferido guardar silencio.
Sería ingenuo de mi parte, seguir esperando respuesta positiva. En el primer capítulo del libro, enviado al Papa Francisco, explico con argumentos históricos y pruebas documentales lo que indudablemente sucedió en dicho Concilio.
Pronto se distribuirá la segunda edición y nadie ha refutado mis afirmaciones, escribiendo al email suministrado. Varias personas, después de haber leído el primer extracto de 432 páginas, me han llamado para preguntar por la obra completa, que será de más de mil páginas, tamaño carta, con más de 20 mapas de los viajes de Jesucristo.
Quien lea mis reflexiones entenderá que me es difícil pertenecer a cualquiera de las religiones actuales, y como sigo creyendo en Dios, y siento el deseo de pertenecer a una Iglesia, sin premeditación alguna, el viernes santo 3 de abril de 2015, decidí fundar la ICP (Iglesia Cristianismo Primigenio).
El nombre elegido para la nueva iglesia surgió del subtitulo del libro VIDA OCULTA DE JESUCRISTO-Cristianismo Primigenio.
Quiera Dios que con la creación de la ICP, yo haya cumplido su divina voluntad y pueda regresar feliz a su presencia. Morir, después de haber cumplido la voluntad de Dios, es lo más placentero para un hombre de fe, adulto mayor de 62 años. Siempre he dicho que la voluntad de Dios es el mejor acierto en mi vida; así es que, si Dios me lo permite, deseo dedicar tiempo a escribir mi auto biografía EL INFORME FINAL, titulada así por obvias razones. Yo sólo soy su hijo, su humilde Apóstol, que desea rendir informe escrito de su misión divina.
Aunque muero de ganas por verme en presencia de Dios nuevamente, no veo el suicidio como un gran acierto.
Agradezco a las personas de fe que le den larga vida a la ICP, nacida por voluntad divina. Por favor sean parte de la ICP, sin envidia, sin egoísmo, sin codicia y sin agresividad. A los futuros pastores, ministros, sacerdotes y apóstoles de Jesucristo, simpatizantes y predicadores de la doctrina de la ICP, les solicito muy comedidamente que lo hagan con humildad, sin ánimo de acumular bienes materiales, sin opulencia. Sus feligreses son hermanos carnales y espirituales, sin discriminación alguna, que merecen ser tratados con sinceridad, igualdad y generosidad. Uno se muere y nada se lleva. Pareciera que algunos líderes religiosos no creyeran en Dios, porque si en realidad creyeran en Él vivirían haciendo su divina voluntad y no acumulando riquezas materiales.
Mientras tenga vida, siempre imaginaré de qué manera voy a presentarme de nuevo ante Dios, por eso he procurado vivir sin tener que arrepentirme de nada, sin haber violado ninguno de los doce mandamientos, por mí sugeridos.
¿De qué nos sirve la posesión de riquezas, si no tenemos nuestra alma en paz con Dios y con nosotros mismo? De nada.
Nuestro señor Jesucristo escribió su apocalipsis, y como yo también he recibido revelación divina, escribí un Nuevo Apocalipsis; en él no hay sentencias definitivas, son revelaciones de futuros posibles, de opciones a elegir para la “humanidad”; ella decide. No culpemos a Dios.
Si es aceptada la nueva concepción filosófica, teológica y científica, propuesta en mi obra literaria humanista pacifista, que se da a conocer en la ICP, se dará cumplimiento al paraíso terrenal anunciado en el Nuevo Apocalipsis, a mí revelado. Si no es aceptada, la humanidad se hará merecedora de infernales circunstancias terrenales, generadas por ella misma, no por Dios; ya que Él nos dio el libre albedrío.
Cuando acojan mi nueva concepción filosófica, teológica y científica, el planeta será un verdadero paraíso terrenal: menos horas de trabajo; fraternidad social; más tiempo para el arte y la música; igualdad religiosa; no habrá ejércitos y fuerzas de policía; el autocontrol individual se impondrá, y desaparecerá gradualmente la promulgación de tantas leyes; los centros educativos enseñarán cómo usar mejor los dos hemisferios cerebrales; sus facultades de filosofía y religión serán una sola; los centros de administración social y planeación económica no estarán en manos de políticos corruptos; surgirá un mundo sin hambre y menos enfermedades incurables; la lealtad a Dios crecerá y seremos como ángeles encarnados; se establecerá el Reino de Dios en la Tierra; y lo más importante: los niños del futuro se enterarán en las clases de historia que antiguamente la humanidad fue víctima de los horrores de la guerra; la raza humana, como una sola, orientará sus vidas hacia la ascensión a un mejor habitad y se cumplirán las palabras del profeta: “Yo vi un nuevo cielo y una nueva Tierra”
Cuando la Religión Universal, anunciada en el Mensaje a las Religiones (Publicado por Monografías.com) sea una realidad, todos los humanos que trabajen pagarán el 10% de sus ingresos. Estos recursos serán invertidos en obras de caridad, ocio productivo, y enseñanza de una nueva concepción filosófica, una nueva creencia religiosa, un solo idioma y una sola economía mundial.
Si continuamos tercamente con la tercera guerra mundial, esta será la antesala para la aniquilación total como especie ECA que aún somos.
Quien lea mi obra literaria, humana y divina, podrá apreciar que no estoy improvisando. Desde hace 20 años estoy cumpliendo el mandato divino recibido en la voz del Ángel Sarén. Más adelante le contaré lo sucedido.
Es necesario leer el libro que da nacimiento a la nueva iglesia para querer pertenecer a ella.
En este folleto de presentación de la ICP hago un resumen de lo sucedido en el Concilio de Nicea I, necesario para renovar creencias cristianas.
Constantino contra Cristo
Constantino I, que llevaba varios años como emperador de Roma y como tal, perseguidor de cristianos, se convenció que él no podía echar a los leones a más del 50% de la población romana, que en ese momento histórico ya era simpatizante del cristianismo.
La gran jugada maestra de Constantino I fue convocar un concilio ecuménico para unificar su particular religión mitraísta, en decadencia, con la fortalecida religión cristiana.
Algunos sacerdotes y obispos, asistentes al Concilio de Nicea I, aún tenían marcas físicas de torturas recibidas en recientes persecuciones, es decir, que la amenaza de ser echados a las fieras era real si se oponían a los deseos del emperador.
Al concilio asistieron los representantes cristianos, procedentes de Jerusalén, Palestina, ciudades del imperio romano, con más de 40 evangelios, varias epístolas, muchos apuntes de los apóstoles, que describían de manera completa la vida y obra de Jesucristo. También se hicieron presentes los que tenían en su poder las cartas escritas por el romano mitraísta Saulo-Pablo.
En dicho concilio convocado, financiado y presidido por Constantino I, decidieron incluir nada más 4 evangelios y un apocalipsis de los más de 80 documentos que contenían información del cristianismo primigenio, auténtico y original; y muy por el contrario, incluyeron las cartas y demás documentos que contenían lo predicado por Saulo-Pablo, que como ya se dijo era mitraísta, igual que el emperador. Sin ninguna posibilidad de oponerse a la voluntad del emperador y con la gran oportunidad de hacer parte del poder político romano, la mayoría de obispos apoyó lo propuesto por el emperador absolutista y tirano. En esta rivalidad doctrinal salió triunfador el emperador Constantino I.
Alistair Kee, historiador, escribió un libro titulado: Constantino contra Cristo, y lo subtitula: El origen de la alianza entre la iglesia y el poder político. Allí enontré la justificación de mi propuesta de crear la Iglesia Cristianismo Primigenio (ICP), para darle el triunfo a Jesucristo, es decir, rescatar el verdadero cristianismo de antes del Concilio de Nicea I, el primigenio, el auténtico y original.
El libro VIDA OCULTA DE JESUCRISTO-CRISTIANISMO PRIMIGENIO rescata el contenido de los documentos cristianos no incluidos en dicho Concilio. Este libro, base de la ICP, no está en contra del Vaticano ni de ninguna otra organización religiosa cristiana. En el capítulo I: JESUCRISTO ANTES Y DESPUÉS DEL CONCILIO DE NICEA I, con base en información histórica confiable se explica muy bien lo sucedido.
Actualmente, con la aparición de tantos documentos cristianos desenterrados, y sin una espada en la garganta, debemos convocar la realización de un concilio ecuménico para compilar un Nuevo Testamento, ahora sí, más completo y sin las mentiras impuestas por los seguidores del emperador.
Una vez confirmada la veracidad histórica de la biografía de Jesucristo, se puede tener en cuenta mi libro como punto de partida.
Ahora es Cristo contra Constantino. ¿Quién exclamará conmigo ¡Viva Jesucristo! ¡Queremos el cristianismo primigenio de Jesucristo! ¡Queremos conocer la verdadera vida humana de Jesucristo.!?
Es necesario renovar creencias
Las creencias de toda persona, consciente o inconscientemente, cambian a medida que crecemos en edad y conocimiento. Y de hecho deben cambiar, porque dejamos de ser niños ingenuos e ignorantes.
Cuando era niño creía que el ratón Pérez compraba mis dientes de leche, que la cigüeña me había traído a este mundo, que el Niño Dios era quien ponía los regalos de navidad al lado de mi cama. Mientras me ocultaron la verdad, yo defendí mis creencias infantiles. Ahora con estudios en biología, anatomía y economía no creo en el Ratón Pérez ni en la Cigüeña ni en el Niño Dios; y no me siento mal por no creer niñadas.
Cuando era adolescente, estudié en el seminario para ser sacerdote, y creía que el mismísimo Dios, omnipotente y todo poderoso, creador de la Tierra y del universo, había decidido hacerse hombre, y mediante el espíritu Santo se había alojado en el vientre de una mujer virgen, de nombre María, y que de esta forma, su hijo, llamado Jesús, nació siendo Dios, y como fue engendrado por el Espíritu Santo, era Espíritu divino hecho hombre, Creía que al ser Jesús, el mismísimo Dios, Espíritu divino y único hijo de Dios, tenía poderes sobrenaturales, y que hacía los más increíbles milagros curativos, y hasta resucitaba a los muertos. Como Dios se había hecho un hombre-según mi creencia-, y siendo Jesús también de naturaleza divina, creía que él había aprovechado para perdonar los pecados de parientes, amigos, seguidores de su época, y, de paso, los pecados de la humanidad. “Tus pecados te son perdonados” le dijo a varios pecadores. En ese entonces creía que Jesucristo había querido morir por nuestros pecados; En mi adolescencia pensaba que nada se lo impedía, pues Jesús era el único hijo de Dios, el mismísimo Dios, Espíritu divino hecho carne, reducido a materia. Creía que Jesús (sin pensarlo mucho, pues Dios lo sabe todo), había decidido que la mejor estrategia para lograr la expiación de los pecados era sufrir mucho en una cruz; y que entonces, Jesucristo consideraba que lo mejor era provocar a la autoridad religiosa no sometiéndose a lo literalmente escrito en la Torá: se opuso a la ley del Talión, no estuvo de acuerdo con la discriminación de la mujer judía, trabajaba los sábados, trataba con publicanos y pecadores, no obedecía estrictas normas de higiene, dadas por hombres en siglos atrás.
Hace pocos años, creía que Jesús les había dicho a los miembros del Sanedrín que él era el único hijo de Dios, el Mesías, a quién le pertenecía el Reino terrenal y divino, y creía que él les había dejado bien claro que quería recuperar el templo para Dios, y que si no se lo entregaban, en tres días lo destruiría por completo.
Siendo adulto joven, seguía creyendo que Jesús le había explicado a la gente que había un negocio redondo en el Templo, convertido en Plaza de mercado y zona bancaria, y que también les había dicho que nadie estaba obligado a comprar animales de sacrificios, criados por los miembros del Sanedrín.
Un poco más adulto, con más lectura de libros diferentes a la Biblia, empecé a creer que Jesucristo no creía literalmente, al pie de la letra, en todo lo dicho en la Torá, por haber sido escrita mucho tiempo atrás, es decir, que Jesús era un blasfemo para la autoridad religiosa, y de esta forma dio motivos terrenales para ser condenado a muerte. Empecé a comprender por qué Pilato había sentenciado a muerte a Jesucristo.
Indudablemente Jesús es crucificado, pero como era el mismísimo Dios, resucitó al tercer día, porque necesitaba descansar un poco de las heridas sufridas por nuestros pecados. Pero como Jesús era el mismísimo Dios no necesitaba presentarse al otro día en el cielo, y por eso se quedó 40 días más en la tierra, y para hacer alarde de su naturaleza humana y divina, se le apareció atravesando paredes a sus apóstoles y demás seguidores, pero siempre teniendo la precaución de no ser visto por Caifás y Pilato, no por temor a ser crucificado de nuevo sino por orgullo divino.
Bueno, en eso más o menos creía yo como niño, adolescente y adulto joven. Nada me preocupaba porque a millones de cristianos católicos, muchos de ellos adultos mayores, creían en lo mismo porque se lo habían repetido, toda la vida, en las numerosas clases de religión, en los sermones dados en las misas, en muchas películas proyectadas durante Semana Santa, en permanentes conversaciones cotidianas.
Después de cumplir 43 años de edad, me dediqué a leer, estudiar e investigar el origen de las religiones y la vida y obra de algunos de sus profetas, con énfasis en la investigación de la vida humana de Jesucristo. Ya no me limité a leer la Biblia; necesité otras fuentes creíbles que me aportaran más elementos de juicio para renovar mis creencias.
Actualmente, con 62 años de edad, recién cumplidos, estrenando el calificativo de adulto mayor, gozando de mis facultades intelectuales en plenitud y madurez, tengo otra creencia acorde a mi exhaustiva y ardua investigación sobre la vida y obra de Jesucristo; y por supuesto, más de acuerdo con mi edad. A veces no nos percatamos que somos adultos.
Con respeto manifiesto que es de humanos renovar creencias; lo venimos haciendo y debemos seguir haciéndolo. En lo personal no me siento mal por haber renovado mis creencias. Le invito a reflexionar sobre qué dicen los libros, considerados sagrados, sobre la existencia de Dios.

Nota: Amigo lector gracias por visitar este blog. Para continuar leyendo de acuerdo al orden en que aparecen los temas en el folleto de la ICP, debe visitar, de segundo, el blog titulado Nueva Teología en Mi lista de blog, y de tercero Escritor por Mandato Divino.

Fecha de Nacimiento de la iglesia

En honor a la verdad, todos los conocedores de la verdadera vida humana de Jesucristo, dada a conocer en el libro VIDA OCULTA DE JESUCRISTO-CRISTIANISMO PRIMIGENIO,  debemos crear una organización religiosa que rescate el cristianismo primigenio,  auténtico, original de antes de compilarse el Nuevo Testamento, que ocultó su vida y mensaje.

Como es obvio, esa nueva iglesia debe llamarse CRISTIANISMO PRIMIGENIO, cuyo objetivo principal es enseñar el mensaje completo, con la Biografía lo más completa posible de Jesucristo.

Yo, OMAR ORTIZ ESPARZA, Apóstol Omar, hijo de Dios, formalmente hoy viernes santo tres (3) de abril de 2015 invito a los pobladores de la Tierra, mujeres, hombres, niñas y niños, a participar de la nueva iglesia que hoy se crea.

Quienes lean y estudien dicho libro podrán entender el CREDO de la iglesia, que hoy viernes santo de 2015, propongo.


CREDO DE LA IGLESIA CRISTIANISMO PRIMIGENIO (ICP)

Como devoto creyente en un Ser Supremo, que invoca la inspiración divina, como persona respetuosa de todas las creencias religiosas, como fundador de la nueva iglesia para el siglo XXI, esto es lo que yo creo:

1.         CREO en un SER SUPREMO, creador de todo cuanto existe, dentro de un proceso evolutivo.
2.         CREO, al igual que Jesucristo, que todos tenemos el mismo origen de creación y que, en este sentido, todos somos Hijos de Dios, ángeles encarnados; por eso debemos amarnos y vivir como hermanos carnales y espirituales para así construir un mundo mejor.
3.         CREO en la oración como la mejor manera de comunicarnos con el Creador, y que a Él podemos dirigirnos como un hijo habla con su padre, como nos lo enseñó Jesucristo con el Padre Nuestro.
4.         CREO que Krishna, Moisés, Buda, Jesucristo, Mahoma, y demás profetas fueron elegidos por Dios para darnos evangelios que manifiestan la voluntad divina, y que mediante nuestra voluntad humana podemos construir el Reino de Dios en la Tierra.
5.         CREO en la existencia de ángeles, por lo tanto el ángel Sarén es un ángel portador de un mandato divino.
6.         CREO que el Espíritu Santo nos ilumina dándonos poder y entendimiento de las cosas profundas de Dios.
7.         CREO que es nuestra responsabilidad cuidar del planeta Tierra como el hogar de todos; y que todos los pueblos y naciones son de Dios, sin preferencia alguna.
8.         CREO que, según las escrituras, Jesús no debía ni merecía morir en la cruz, y que es más lógico pensar que existió un plan de Dios para salvarle de morir en un madero, como morían los considerados malditos, en esa época.
9.         CREO que la cruz es un símbolo de la codicia, el egoísmo y la agresividad de los 31 sacerdotes del Sanedrín, que votaron unánimemente su crucifixión, en contra de la voluntad de los otros 40, que no asistieron al complot de asesinato, convocado por Caifás y Anás.
10.       CREO que Judas no traicionó al Maestro y que, por el contrario, tanto él como Jesucristo fueron engañados por los jefes del Sanedrín; y que Judas se ahorcó porque no soportó ver a Jesús en la cruz, y de ira por haber caído en el engaño.
11.       CREO que ninguno de los seguidores de Jesucristo, en el siglo I, deseó guardar la cruz y el látigo, usados como instrumentos de tortura, como una forma de recordar a tan grande e importante líder humanista pacifista, a tan espiritual hombre; que con sus enseñanzas y acciones ayudó a darle un sentido sublime a la vida de quienes le escucharon. Por el contrario, creo que todos rechazaron la crucifixión de Jesucristo en un madero como un delito atroz, y consideraron a la cruz como un símbolo de injusticia,  no merecedora de adoración.
12.       CREO que a Jesucristo le crucificaron por la vida que llevó y por la misión que cumplió como un auténtico y sincero profeta Ungido por Dios, y no para condonar nuestros pecados, pues esto va en contravía de un concepto acertado de justicia, tanto humano como divino.
13.       CREO que el pecado es un acto deliberado y consciente de cada persona, que va en contra de los preceptos de Dios y, por lo tanto, cada uno tiene que responder individual o colectivamente, según sea el caso; y que es una gran ingenuidad pretender que otro pague por nuestras culpas.
14.       CREO que la vida y mensaje de Jesucristo se conocerá mejor cuando se le reconozca como humano, hijo de hombre, ungido (Cristo) por Dios.
15.       CREO que Jesucristo nunca dijo a sus seguidores que él era el mismísimo Dios, y su único hijo.
16.       CREO que Jesucristo no volverá personalmente, con el mismo cuerpo, porque él fue el producto de su momento histórico y sus circunstancias particulares de vida. Por la FE CREO en la inmortalidad del espíritu y no en la resurrección de la carne.
17.       CREO que Jesús era casado con María Magdalena, quien era la coordinadora de las 12 mujeres, nombradas y ordenadas como Apóstoles. Jesucristo no fue machista.
18.       CREO que Jesús era el mayor de 9 hermanos, hijos del matrimonio de María y José, casados cuando ella tenía 14 años y él 19.
19.       CREO que Jesucristo murió a edad avanzada en la India.
20.       CREO que Jesús había montado, en Betsaida, un campamento donde funcionaba un hospital, desde donde salían brigadas de salud, con las cuales Jesús curaba a los enfermos, y es por eso que salían a su encuentro, cuando visitaba las veredas.
21.       CREO que algunas curaciones parecieron milagrosas, pero no fueron milagros en todo el sentido de la palabra.
22.       CREO que Jesucristo creó un movimiento político-religioso denominado Reino de Dios, porque creía que todos somos Hijos de Dios, y de esta forma proponía establecer el Reino de Dios en la Tierra, por eso estaba convencido que su Reino no era de este mundo.
23.       CREO que Jesucristo, con su vida y obra extraordinaria, merece y debe ser recordado por la humanidad, en Semana Santa; pero se debe hacer en debida forma, sin atropellar la lógica y la razón, y sin proyectar  películas fantasiosas y mentirosas. La asistencia a misa y a los diferentes cultos cristianos, es una merecida forma de recordarle y venerarle como un Ungido por Dios.
24.       CREO que debemos rechazar y censurar a los asesinos homo fóbicos, a los violadores sexuales y a los corruptores de menores de edad.
25.       CREO que Dios da libertad a la intimidad, al disfrute sexual, sin prejuicios, sin inhibiciones, sin falsos conceptos, dentro de una vida sexual activa sana y libre, sin caer en el libertinaje o en la prostitución. Quien vive a Dios en su interior, en nada le afecta sus preferencias sexuales, si éstas son dentro de relaciones amorosas, fieles y respetuosas.
26.       CREO que para servir a Dios no se requiere ser soltero o practicar la abstinencia sexual o el celibato.
27.       Creo que ante Dios y la sociedad, la comunidad LGBTI tiene derecho a la unión libre o en matrimonio, y a la adopción de hijos.
28.       Creo que so pretexto de la FE no debemos creer en todo lo que se nos diga. El mundo entero puede y debe incrementar la fe, esclarecida por verdades.
29.       CREO en la necesidad de pertenecer a la Iglesia Cristianismo Primigenio, para rescatar lo que enseñaba el original, el auténtico cristianismo primigenio de antes del Concilio de Nicea I, cuyo Credo fue impuesto de manera autoritaria por el emperador Constantino I.
30.       CREO que no debemos seguir esperando a un Mesías, con poderes sobre naturales, bajando entre las nubes en cuerpo astral, divino, eterno.
31.       CREO que ninguna persona, de manera individual, puede salvar al mundo. El mundo se salva a sí mismo si logra establecer el Reino de Dios en la Tierra, como lo predicó Jesucristo, predicación dada a conocer de manera amplia en el libro VIDA OCULTA DE JESUCRISTO-CRISTIANISMO PRIMIGENIO, libro base del credo de la ICP.
32.       CREO que lo conocido como Sagradas Escrituras, son libros escritos por hombres bien intencionados, no siempre justos. CREO que algunas de sus recomendaciones van perdiendo vigencia, conforme avanza el proceso evolutivo biológico y cultural.
33.       CREO que la IGLESIA CRISTIANISMO PRIMIGENIO es necesaria para señalar el camino que todos los pobladores de la Tierra debemos seguir, para ser salvos de una extinción, por una Tercera Guerra Mundial, con armas nucleares, iniciada por rivalidad entre religiones.
34.       CREO en la necesidad de una nueva concepción teológica y filosófica, para el progreso material y espiritual de nuestra existencia.

“La gracia de Dios y nuestro hermano Jesucristo sea con todos. Amen”